lunes, 23 de junio de 2014

Ford Mustang 1969






Ford fabricó un nuevo propulsor de 429 pulgadas cúbicas – que nada tenía que ver con los 428 Cobra Jet del Shelby GT500 - cuya peculiaridad era un alto régimen de giro, cercano a las 7.000 rpm. Carburador Holley de cuatro cuerpos, inducción de aire tipo Ram-Air o un escape de competición, para una potencia declarada de sólo 360 CV… que por supuesto nadie creyó a excepción de las aseguradoras. Se comenta que su potencia real rondaba los 500 CV, y que algunas unidades incluso podrían haber rozado los 600 CV. Todo ello en la misma época en la que en España nos movíamos en un Fiat fabricado bajo licencia con 25 CV de potencia.

El gigantesco motor del Boss 429 obligó a aumentar el ancho de vías delantero, rediseñando la suspensión y moviendo la batería al maletero. El aire acondicionado o la dirección asistida ni siquiera se ofrecieron como extras. Los fans del drag racing no vieron con buenos ojos un motor que destacaba por sus altos y un chasis y suspensión diseñados con un buen paso por curva en mente. Aunque existe un consenso de que el Boss 302 fue el Mustang de referencia dinámicamente hablando, la mayor potencia y exclusividad del Boss 429 le han granjeado un puesto en la historia. No es posible encontrar unidades usadas por menos de 100.000 dólares.

La producción del Corvette de Ford se limitó a 1.358, todas ellas equipadas con caja de cambios manual.


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