Así nacía el Volkswagen V2 Sagitta, del que sólamente una unidad fue fabricada a mano en el año 1947. Siguiendo los estudios aerodinámicos del Baron von König-Fachsenfeld, un Volkswagen Escarabajo de serie fue agraciado con una carrocería de aluminio. Era una carrocería funcional, con tres preciosas ópticas y pasos de rueda carenados. Me resulta impresionante lo similar que resulta a los primeros prototipos del Porsche 356, también con carrocería de aluminio. El prototipo estuvo desaparecido durante décadas, pero apareció hace apenas unos meses en Austria.
Con una superficie frontal de 2,10 metros cuadrados, su coeficiente aerodinámico es de sólo 0,217, menos que el de un Mercedes CLA. Recordemos que es un coche con casi 70 años a sus espaldas – se dice pronto – y basado en el Escarabajo, cuyo cX era de unos pavorosos 0,46. “El coche del pueblo” de hoy en día, el Volkswagen Golf, tiene un cX de 0,27 con una superficie frontal de 2,19 metros cuadrados. No obstante el nuevo Volkswagen XL1 es decididamente una máquina mucho más aerodinámica, entre otros motivos gracias a su escasa superficie frontal.
El XL1 tiene un cX de sólo 0,189 con una superficie frontal de 1,50 metros cuadrados, una cifra excelente pero no tan lejana de su anciano primo. Una pequeña perla de historia para esta tarde de domingo, con la esperanza de que la contribución de Volkhart a la aerodinámica moderna no quede olvidada.
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