El nombre Mercedes 600 puede ser empleado incorrectamente. Para muchos podría ser otro Clase S o algún deportivo del que no habían escuchado nada. Sin embargo, el Mercedes 600 original fue una berlina de superlujo – con varias versiones limusina y landaulet – que Mercedes produjo entre 1963 y 1981 en números muy limitados. Pensad en el equivalente actual a un Maybach, pero en una época en la que apenas nadie era capaz de permitirse un Mercedes convencional. Una máquina de superlujo muy tecnológicamente avanzada para su época, y de gran popularidad entre dirigentes mundiales, dictadores, multimillonarios y capos de la droga.
Un buque de representación como Dios manda. Entre sus portentos tecnológicos, un motor 6.0 V8 de inyección con 250 CV de potencia – recordemos, en 1963 – y una suspensión de aire que convertía su conducción en un paseo en alfombra voladora. Por último, un extensivo uso de la hidráulica y los automatismos en un habitáculo en el que ningún gasto se había escatimado. En definitiva, un vehículo que de existir hoy en día estaría bien por encima de la Clase S. Y hoy os presentamos la única unidad coupé jamás construida.
Pero no había más cambios estéticos, ya que se retuvieron las llantas de acero con tapacubos cromados y el aspecto clásico – y rectilíneo – de su carrocería. En el interior tampoco había cambios, más allá de la necesidad de que los asientos delanteros pivotasen hacia delante para facilitar el acceso a los pasajeros de las plazas traseras. La mecánica se mantuvo intacta, pero el menor peso de la carrocería – 2.450 kg frente a 2.600 kg – permitía un 0 a 100 km/h en 9,7 segundos, con una velocidad punta estimada en unos cómodos 205 km/h.
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